El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo desde el año 1993 para recordar la
relevancia de este recurso esencial para la vida y generar conciencia sobre la importancia de su
uso sostenible y conservación. La propuesta surgió durante la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro (1992). Ese mismo año la
Asamblea General adoptó la resolución declarando el 22 de marzo como Día Mundial del Agua.

El agua es un factor decisivo para la salud y prosperidad de las personas y el planeta. Es
asimismo fundamental para los Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados por las naciones
en el año 2015 como parte de la Agenda 2030. En particular, con el Objetivo de Desarrollo
Sostenible Nº 6 "Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para
todos", el mundo se comprometió a que todos tendrían agua y saneamiento gestionados de
forma segura para 2030. Sin embargo, los avances en el logro de este objetivo distan mucho de
ser alcanzados en ese plazo.

Este Día Mundial del Agua tiene por objetivo agilizar el cambio para resolver la crisis del agua y
el saneamiento. Este año la celebración de este día mundial coincide con el arranque de
la Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023 (22-24 de marzo, Nueva York). La conferencia será
una oportunidad única para buscar soluciones a la crisis actual del agua y el saneamiento. Se
espera que esta conferencia de lugar a una agenda de acción para el agua que otorgue a este
elemento vital el compromiso necesario para garantizar el acceso al agua a toda la humanidad.